Estamos a un día de Halloween y estoy seguro que varios aún no tienen disfraz, ya sea porque no se deciden en qué usar, porque aún no tienen idea o porque simplemente no les gusta el dramatismo à la Gaga y no pretenden usar nada muy excéntrico. Bien, a todos ustedes les traigo una solución que es realmente fácil y que además tiene aires de elegancia: El antifaz.
Los antifaces me parecen increíbles, ya que dan a la persona un misterio irresistible, una elegancia indudable y el poder de pretender. Todos estos elementos se combinan con un vestuario sobrio, si es antifaz es más clásico, o uno más producido, si el antifaz es más dramático.
Yo soy un fanático de los antifaces, tal vez sea por eso que la película de The Phantom of the Opera sea una de miz favoritas, ya que está llena de dramatizaciones, siendo la parte del Masquerade Ball una de las mejores, así que puedes correr y ver esa escena aquí y darte algunas ideas, o bien, tomar algunas del mítico baile organizado por Blair Waldorf, en Gossip Girl aquí.
La pieza clave es el antifaz, así que una ves que tengas el tuyo -el cual puedes hacer de manera fácil con un poco de cartulina, algo de diamantina, algunas plumas y mucha imaginación- entonces podrás basarte en él para armar tu look, siendo los vestidos vaporosos una buena opción, o tal vez un total look in black, para darle más misterio a tu disfraz.
Una vez más te lo repito... ¡Atrévete! Dale rienda suelta a tu imaginación y utiliza elementos que tengas en casa, ya que no es necesario disfrazarte de Lady Gaga para llamar la atención y verte espectacular.
